¿Por qué son Otros los Otros? ¿Por la vestimenta, por el idioma? ¿Por las creencias, por los prejuicios? ¿Por la historia, las costumbres, las formas de vivir?
Los Otros están incluidos en el Nos(Otros) porque ¿qué somos sin un Otro que nos mire y nos vea? Lo mismo pasa con la diversidad cultural. Las identidades culturales se incluyen unas a otras y esa red crea la diversidad cultural patrimonio del mundo.
En este artículo te cuento mi visión acerca de qué es la Diversidad Cultural y cómo el viaje promueve la tolerancia.
Índice
Qué es la diversidad cultural
- ¿En qué se diferencian entre sí las culturas?
- ¿Las culturas son compartimentos estancos?
- Un sustrato común. Tan iguales, tan diferentes, tan humanos.
- ¿Qué significa Diversidad Cultural?
- ¿Existen las culturas nacionales?
- ¿Dónde encontrar la diversidad cultural? ¿qué tan lejos de tu hogar?
- Buscar la Diversidad Cultural en lo lejano y exótico también es etnocentrismo
- La diversidad se cuela por las grietas.
¿Cómo y por qué el viaje promueve la tolerancia?
- Los viajes desarman las creencias, los prejuicios y estereotipos
- Viajar educa y derrumba fronteras
Mi compromiso con la Diversidad y los viajes
¿Qué es la diversidad cultural?
Sobre un sustrato común que nos une como especie humana se desarrolla un caleidoscopio de creaciones, un mosaico de colores infinitos porque la diversidad de culturas es, después de la naturaleza, la mayor riqueza que alberga el planeta tierra.
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¿En qué se diferencian entre sí las culturas?
Las culturas alrededor del mundo se diferencian en la lengua, las creencias, las normas sociales, las costumbres, los ritos y las leyendas, las tradiciones, la literatura y el arte, las comidas, los modos de vida y sus sistemas de valores. Es decir, según la Unesco tienen “rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos” que dan como resultado identidades culturales diversas.
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¿Las culturas son compartimentos estancos?
Esas identidades culturales son dinámicas, contradictorias y permeables; un producto híbrido producido por la interacción de seres humanos en constante movimiento. Antes por las guerras y conquistas, por los factores geográficos, por la necesidad de obtener agua y comida. Hoy por la inmigración masiva, los conflictos políticos, los problemas ambientales. El movimiento permanente del hombre, su necesidad de descubrir y explorar, hizo desde siempre que esas identidades se influenciaran entre sí.
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Un sustrato común. Tan iguales, tan diferentes, tan humanos.
¿Qué es el bien, la belleza, la felicidad, la justicia, el amor y el odio, el placer y el dolor, la alegría y la tristeza, el perdón y el rencor, el miedo y la transgresión?
Son preguntas que afectan a la condición humana por lo cual hay tantas respuestas como seres humanos en la tierra y tantas como tiempos históricos y coyunturas sociales, sin embargo, nos atraviesan a todos, son un sustrato común que nos iguala, que trasciende el tiempo y las fronteras porque somos tan iguales como diferentes, humanos.
Luego el ambiente, los conflictos, la religión, el poder y las leyes, incluso el azar, combinan, fusionan o diferencian esas improntas comunes.
Pero siempre el miedo a la muerte y a la soledad, el amor, la paz, la libertad, la empatía, la búsqueda de identidad y la aceptación de uno mismo o la necesidad de una comunidad de pertenencia serán dolores y deseos propios de la condición humana, lo único permanente. Todo lo demás, todo lo que nos diferencia es producto de las circunstancias, adaptación al medio, rellenos que cambian con la historia y el contexto.
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¿Qué significa Diversidad Cultural?
La diversidad cultural es el reconocimiento, el respeto mutuo y la convivencia de esas diferentes identidades culturales que comparten el mismo espacio-tiempo.
Reconocer, respetar, valorar e integrar la riqueza cultural tiene un doble beneficio. Por un lado, fortalece el desarrollo de las comunidades de destino y el respeto por sus prácticas. Por el otro, fomenta nuestra empatía y nos transforma, hace posible una vida más plena a través de la comprensión de las diversas formas de la creación humana.
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¿Existen las culturas nacionales?
Ninguna línea de frontera trazada arbitrariamente puede encerrar las prácticas materiales y espirituales de los seres humanos. No existen las culturas como compartimentos estancos, separadas unas de otras y delimitadas por fronteras políticas.
Puede que existan idiosincrasias, costumbres y rasgos moldeados por la voluntad política de unos Estados que necesitan imperiosamente diferenciarse para sobrevivir –el caso turco es emblemático-. Los estado-nacionales son un fenómeno mucho más reciente que los rasgos culturales que nos distinguen como humanidad.
Por ello vemos que la diversidad cultural se manifiesta entre las naciones y también dentro de las naciones.
No creemos en las culturas nacionales separadas y diferenciadas, pero si en identidades culturales que, como un cuadro de Jackson Pollock, traspasan esas fronteras artificiales y se pintan en el mapa casi siempre de manera diferente a como se pintan las divisiones políticas de los países.
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¿Dónde encontrar la diversidad cultural? ¿qué tan lejos de tu hogar?
Tanto como salir a la calle y mirar a tus vecinos, seguro hacen y valoran cosas muy diferentes a las tuyas. A veces eso que catalogamos de ridículo sin pensar demasiado, en realidad es una forma diferente de vestirse y de pensar o simplemente otras necesidades. ¿Quién tiene la vara para medir qué es normal dentro de una cultura y qué es lo Otro, lo diferente, eso que muchas veces molesta o incomoda?
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Buscar la Diversidad Cultural en lo lejano y exótico también es etnocentrismo
La diversidad se constituye en lo lejano y exótico como encontrar una tribu remota en el norte de la India que conserva prácticas antiguas en medio de la modernidad; o en lo cotidiano y cercano como la diversidad de formas de actuar que presencias cada día al salir de casa.
Creo que es igual de etnocéntrico aquel que ve y percibe el mundo según sus propios valores, modelos y definiciones, como aquel que solo encuentra lo diferente en lo exótico negando la diversidad que existe dentro de su propia cultura.
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La diversidad se cuela por las grietas.
En esas zonas fronterizas entre un Estado y otro, entre una nación y otra, entre un individuo y otro. En esa zona fronteriza entre el Nosotros y los Otros, allí se dan los sincretismos y la hibridez, la diversidad y la interacción, las contradicciones y los antagonismos, los puentes y los desplazamientos que disuelven cualquier noción de espacio-tiempo y donde las culturas se enriquecen mutuamente.
¿Cómo y por qué el viaje promueve la tolerancia?
Cuando el viajero arriba a su destino entabla una relación con el espacio en todos sus aspectos: natural, social, cultural, económico y político; y al mismo tiempo con los habitantes de ese destino, con sus valores, idiosincrasias y costumbres. Se produce un intercambio de culturas.
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Los viajes desarman las creencias, los prejuicios y estereotipos
Somos seres finitos, sabemos que la vida es un suspiro y eso nos aterroriza, por eso necesitamos aferrarnos a algún lazo que nos de certidumbre.
Las creencias son un sostén que nos dan certezas y control, pero a la vez nos limitan, condicionan nuestra libertad, imponen mandatos y obediencia. ¿Cómo encontrar el equilibrio?
Los prejuicios y estereotipos son proyecciones de nuestros miedos, de nuestros fantasmas, de nuestras sombras. Acallamos nuestras contradicciones exportándolas afuera, endilgándoselas a los Otros.
Desde mi primer viaje, todos los prejuicios y estereotipos que tenía se cayeron como hojas de otoño porque el viaje te permite valorar la belleza de la diversidad.
Si vas abierta a ver, observar y escuchar -desnuda- todos tus preconceptos se caen por los aires. Si estás dispuesta a quitarte los ropajes de los prejuicios podrás encontrar a esos Otros que son igual de ambiguos que vos, que tienen las mismas contradicciones pero también tienen los mismos miedos y deseos, las mismas esperanzas y tristezas, las mismas necesidades y ambiciones.
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Viajar educa y derrumba fronteras
Se Me Antoja el Mundo se propone explorar la capacidad educativa de los viajes y su potencial para derrumbar las fronteras.
A pesar de que los seres humanos son cada día menos pertenecientes y cada vez más nómades, las fronteras son insistentemente reproducidas por quienes se benefician de las divisiones y los conflictos.
Entiendo el viaje como instancia de Interacción y Encuentro. El viaje en tanto movimiento, nos insta a cambiar la perspectiva de la mirada, nos invita a leer Otros lenguajes, a escuchar Otros sentires, a pensar Otros aconteceres. En definitiva, a encontrarnos con unos Otros tan diferentes como similares.
Entiendo el viaje como intercambio de saberes, como interacción de seres que se desarrollan en las diferencias y en ese intercambio se construye un aprendizaje activo, participativo.
Entiendo el viaje como instancia de creación de vínculos interculturales, de apropiación y cesión de saberes que, en tanto saberes, son siempre universales y por lo tanto compartidos.
Entiendo el viaje como una oportunidad para aprehender las identidades culturales, revalorizarlas y conservarlas, PERO, en ningún caso, como argumento de creación de más fronteras entre los seres humanos ni de separación y rechazo del Otro.
Mi compromiso con la Diversidad y los viajes
¿Cuántas ciudades caben dentro de una misma ciudad? ¿Cuántos países dentro de un mismo país? ¿Cuántas culturas dentro de “una” cultura? ¿Cuántos seres humanos dentro de un solo individuo?
En Viajes utilizo las divisiones políticas para contarte los recorridos porque es el lenguaje que utilizamos todos para entendernos. Pero mi desafío será romper mis propios estereotipos, los límites entre el Nosotros y los Otros, reconocer la artificialidad de todas las fronteras y pensar las identidades culturales como híbridos contextualizados social y políticamente.
Mi desafío será encontrar esa diversidad cultural, esos cofres del tesoro que cada comunidad produce a través de su historia, y en esa búsqueda rev(b)elar mi propia diversidad.
Dijo Benjamín Disraeli que “Los viajes enseñan la tolerancia”. Pues de eso se trata, de viajar como experiencia formativa frente a lo diferente, se trata de vivir y emocionarse en el camino.
Se trata de viajar como antídoto contra las fobias y las xenofobias, como antídoto contra los límites, la violencia y el individualismo.
Se trata de viajar para encontrar los claroscuros, las grietas, las ambigüedades y las contradicciones de las sociedades y de los sujetos que las habitan.
Se trata de Viajar para revelar y rev(b)elarnos.