En un viaje con niños hay elementos imprescindibles que debes llevar para hacer del viaje una experiencia fabulosa para M(p)adres y Niños.
El paragüitas / carrito / cochecito de bebé
¡Imprescindible! un coche liviano, que se pueda cerrar, que tenga espacio para llevar cosas y fundamentalmente, que transporte al niño y libere del peso a M(p)adres. Los niños se cansan muy rápidamente de caminar pero no de pasear y estar al aire libre, un coche liviano es la solución para los momentos en que comienza el berrinche porque ya no quieren caminar.
En el primer viaje largo con Betty Boop llevamos una mochila de tela, esas que te ponés en la espalda y el niño va perfecto pegado a tu pecho, si está despierto lo pones mirando hacia delante y si tiene sueño lo acurrucas mirando hacia vos. El primer día recorriendo París perfecto!, la mochila funcionó genial… el segundo día ya nuestras espaldas comenzaron a quejarse… al tercer día por fin nos encontramos con una amiga y repartíamos el peso entre tres pero seguía siendo duro… la peque ya tenía 1 año y 2 meses y encima estaba fascinada con la baguette!
Teníamos planeado comprar un coche ultraliviano –paragüitas- para el resto del viaje, pero se había puesto difícil conseguir uno en precio en los comercios del centro turístico de la ciudad. Por fin al cuarto día, nuestra anfitriona Marie, nos indicó un supermercado que estaba a 15 minutos de bus. Encontramos uno por € 25. Entonces pensamos: “perfecto, con que aguante el resto del viaje, cuando llegamos al aeropuerto lo descartamos”.
Pues el coche soportó París, luego subidas y bajadas del auto hasta nuestro próximo destino, Dinamarca, de allí a Suecia y Noruega, entre calles empedradas, caminos de montaña, cuestas, cordones de las veredas….e infinitos obstáculos más. Y sobrevivió. Estaba en tan buen estado que decidimos traerlo con nosotros a Argentina. Estuvo llevando a la peque por dos años más durante todos los días al jardín, incluidos …viajes dentro de nuestro país, hasta que surgió un nuevo viaje a Europa y hacia allá fue el paragüitas azul.
Esta vez la idea era: “que aguante al menos durante los paseos por las grandes ciudades, luego lo dejamos en el aeropuerto antes de volver”. En este viaje soportó las callecitas de Madrid, luego un recorrido por Escocia que incluyó un paseo por una playa de piedras y caracoles, caminos de ripio, Edimburgo y Londres. Y el coche sobrevivió. Más que satisfechos con el aguante del pequeño paragüitas pensábamos dejarlo en el aeropuerto, pero Betty Boop se puso a llorar desconsolada que iba a extrañar a su “carito” y tuvimos que ¡traerlo de nuevo a Argentina! Quien podía decirle que abandone a su fiel compañero de aventuras…
Al llegar lo guardamos en la baulera de casa y pensé “bueno, cuando ya no lo quiera se lo regalo a alguien que lo necesite”. Pero surgió un nuevo viaje. Betty Boop ya era grande para carrito pero a la vez era pequeña para aguantar todo el día paseando… ¿qué hacemos? Llevamos de nuevo su “carito”. Y allá fue el carrito nuevamente. Se aguantó otro mes de caminos complicados y con la peque tan larga que al dormirse las piernitas se salían del coche. Pero el “carito” nos siguió hasta el final del viaje. ¡Y mirá si lo vamos a dejar acá! Betty Boop no quería abandonarlo así que ¡volvió con nosotros a Argentina!
Aunque Betty lo sugirió, ya en el próximo viaje no lo llevamos, pero cuánto lo extrañamos. Ella ya tenía 6 años y caminó varios kilómetros por día pero no dejó de extrañar su coche de bebé al que siempre llamaremos «mi carito».
Enterito para la lluvia
Lo compramos en Inglaterra, se llama Rain Suit y resultó fabuloso! La cubría de pies a cabeza de la lluvia y la protegía del frío. Ese viaje visitamos Noruega y su clima húmedo más algunos días de lluvia hicieron necesario el enterito prácticamente todos los días. En el próximo viaje tuvimos que cambiar por un talle más grande pero volvimos a comprarlo porque resultó indispensable.