Viajar con niños es un desafío, pero al mismo tiempo es maravilloso lo que el viaje genera en nuestra relación con ellos.
Si te gustan los museos tanto como a mí, viajar con niños no debería ser motivo para dejar de visitarlos. Más bien todo lo contrario, llevar a tus hijos desde pequeños a los museos es una buena manera de inspirarle a ellos la misma pasión.
Acá te cuento algunas experiencias con Betty Boop en los museos para que veas que no solo es posible sino ¡muy recomendable!
Museo Picasso, Barcelona
Si ya descargaste el Travel Planner habrás leído que siempre averiguo cuándo tienen acceso gratuito los museos que me interesa conocer y a veces coincidimos como en este caso. El primer domingo del mes el Museo Picasso en Barcelona tiene acceso gratis, así que allá fuimos.
Previamente le había mostrado a Betty Boop algunas obras de Picasso y le había explicado lo que íbamos a encontrar en el museo, por lo cual ella llegó tan entusiasmada con entrar que me alentó para hacer la cola.
Cuando dejamos las mochilas en la consigna Betty Boop sacó su cuaderno de viaje, lápiz, goma y muy decidida me dijo: «Esto lo necesito»
Las obras del genial artista están en orden cronológico, desde los períodos de formación en los que Picasso experimentaba, observaba el mundo, se buscaba… Esto me dio herramientas para mostrarle a Betty Boop que hasta los genios comienzan experimentando, probando y no todo sale perfecto desde el primer día. Ella escuchaba atenta lo que yo leía de cada obra, preguntaba qué nombre le puso Picasso, opinaba, observaba…
Luego están las 58 obras donde Picasso hace su propia interpretación de Las Meninas de Velázquez. El boceto, la interpretación del original en conjunto y luego más de 40 obras con el análisis de cada una de las figuras, de un grupo de personajes, de las cabezas… “mis Meninas”, dijo el gran artista.
No se puede sacar fotos dentro del museo pero cómo no iba a retratar este momento! Saqué el teléfono del bolsillo y disparé rápido antes que el guardia venga a retarme. Supuse que infringir la norma para captar esta escena estaba más que justificado.
Sin que yo se lo sugiriera, ella tomó sus útiles y se puso a dibujar.
Los pequeños tienen esas cosas. Te dan momentos únicos que solo su frescura, su inocencia, su desprejuiciada visión del mundo… solo ellos pueden generar. Me parece tan valioso cómo nos desestructuran, como te dejan con la boca abierta con sus reacciones, sus comentarios e interpretaciones.
¿Cómo visitar museos con niños?
Igual que hacemos todo lo demás, estimulándolos. Contando, explicando, despertando su imaginación, creando misterios. Y, proporcionándoles las herramientas para la acción, no olvidemos que son niños y siempre tienen que poder hacer.
Finalmente ¡así quedó la obra!